Dos glorias de Racing visitaron Pescadores

21/11/2019

El uruguayo Rubén Paz y el «Turco» Claudio García fueron los ex jugadores que participaron de la Cena 4° Aniversario de la Filial San Pedro «Licha» López de Racing Club que se llevó a cabo el domingo en el salón de fiestas de neustro Club. También, junto a las autoridades locales de la Filial, estuvieron presentes Pablo y Roberto de  filiales de Racing Club. Unas 130 personas fueron parte de la cena-show.

 

RUBÉN PAZ

Su mágica zurda fue adoptada por la gente de Racing desde el primer momento en que piso el Cilindro.
Vistió los colores celeste y blanco en dos ocasiones. En la primera, de dos temporadas, desde 1987 hasta 1989, fue integrante del gran equipo que consiguió dos títulos internacionales más para las vitrinas del club, la Supercopa y la Interamericana. En su paso por la Academia, jugó 152 partidos entre partidos locales e internacionales y marcando 33 goles.

CLAUDIO GARCÍA

Claudio Omar García nació en 1963. Debutó en la Primera de Huracán a pocos días de cumplir 17 años. Luego fue transferido a Vélez Sarsfield y al Olympique de Lyon (Francia), hasta que en 1991 recaló en Racing. Fue una suerte de amor a primera vista, reforzado a partir de algunos sucesos célebres y una confesión: “Huracán es mi mujer y Racing es mi amante”.
Habilidoso, rápido, incisivo, potente, su paso por La Academia dejó momentos memorables e inolvidables más allá de las gambetas, los centros y las definiciones: su gol ante Independiente por la Supercopa 1992 (con la mano, “pensé que nadie se iba a dar cuenta pero fue muy alevosa”), haberse bajado los pantalones en otro clásico y haber atajado, por la segunda fecha del Torneo Apertura 1991, unos cuantos minutos frente a Huracán debido a la expulsión del arquero Roa. No le convirtieron goles y Racing pudo sostener el 1 a 1. Pero previamente, el 14 de abril, La Academia derrotaba a Vélez por 2 a 0 y a los 21 minutos del segundo tiempo se fue expulsado el arquero Goycochea. El “Turco” fue al arco y el partido terminó… 2 a 0. “Esa tarde me ovacionaron y empecé a ser ídolo de Racing”.
Su altísimo nivel futbolístico en el club lo impulsó a la Selección Nacional, con la que obtuvo las Copas América de 1991 y 1993 y la Copa FIFA Confederaciones en 1992.

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Futbol Mayores, Noticias

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